Dietas de Moda y Estereotipos de Belleza

En nuestra sociedad existe una marcada “cultura de la delgadez”, en donde si el peso y la forma del cuerpo no está dentro de ciertos estereotipos se queda relegado de parámetros “ideales”, y por supuesto esto genera una considerable presión y se genera una necesidad marcada de bajar de peso, y por esta razón las personas terminan recurriendo a cualquier método para lograrlo sin tener en cuenta la Salud.

En nuestra sociedad, “la imagen y la obsesión por el culto al cuerpo” es transversal en todos los ámbitos. La continua presión de los medios de comunicación por alcanzar esa imagen “ideal pero irreal”, puede llevar a extremos que terminen en problemas de salud muy graves, si para conseguirla se utilizan métodos no recomendables, como puede ser el hecho de seguir dietas de adelgazamiento drásticas y utilizar productos “mágicos” a los que se les atribuyen unas propiedades que no tienen.

Lo que la mayoría de la gente busca es una solución rápida, milagrosa y que no requiera mucho esfuerzo. Esto ha dado lugar a que desde hace ya varios años surjan numerosas dietas que prometen resultados de “forma rápida, eficiente y fácil”.

Si bien existen muchas personas de buena fe que pueden divulgar información inadecuada, también es cierto que existen negocios muy lucrativos que pueden conducir a situaciones patológicas irreversibles.

Partiendo de que una alimentación saludable es aquella que aporta todos los nutrientes que el cuerpo necesita para llevar a cabo todas sus funciones y para que el estado de salud sea optimo tanto desde lo físico como lo mental, que considere la situación individual tanto desde lo social, cultural y emocional; las dietas de moda se basan justamente en ser nutricionalmente incompletas y restrictivas, proponiendo patrones alimentarios insostenibles en el tiempo.

De ahí que pueden surgir todas sus consecuencias. Estas consecuencias variaran de acuerdo a cada persona, por ejemplo si la persona padece una patología puede que con la dieta “mágica” se produzca una agudización de la misma.

Posiblemente sean más conocidos los riegos sobre la salud física de las dietas, pero estas también afectan notablemente la salud psicológica de las personas, generando una gran insatisfacción con la propia imagen corporal. Inducen a las personas a proponerse metas u objetivos inalcanzables que conduce a un ciclo de frustración constante y un aumento del malestar. También generan una mala relación con los alimentos favoreciendo el miedo y la culpa por comer.

La restricción de comida afecta a todos los ámbitos de la persona y la hace más vulnerable a sufrir un Trastorno de la Conducta Alimentaria.

Por todo esto, es importante empezar a tomar conciencia de los riesgos que tiene el hecho de alcanzar “ideales de belleza” a costas de perder salud física, psicológica y emocional, entendiendo que la salud es lo más preciado y no tiene que ver con números en la balanza ni de formas del cuerpo.

                       Lic. Emilia Lavin

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